martes, 25 de enero de 2011

VIVIR CON LO NUESTRO


El nacionalismo económico de izquierda y de derecha (el grupo Fénix, la UIA, la CGT, la mayoría de los militares, el PJ, la UCR, el ARI, entre otros)  comparten la clásica idea de Aldo Ferrer de “vivir con lo nuestro”.-

 Es de destacar que el Sr. Ferrer es actualmente asesor de Kirchner, y presidente de ENARSA, la empresa estatal de energía que no genera un wats, pero gasta 100 millones de pesos anuales.-
Es una idea seductora pero peligrosamente falsa. Se dice “Vivir con lo nuestro”, pero ¿qué es “lo nuestro”?.-

Generalmente se señala como “lo nuestro” a los recursos naturales. Pero esos recursos generalmente se lo encuentran en estado bruto en la naturaleza. Nadie podrá sacar un litro de nafta de un pozo, ni enchufar un ventilador en el río. Para destilar el petróleo como para generar energía hidroeléctrica es necesario que alguien invierta recursos. En ese caso, una vez que alguien hizo ese gasto y corrió el riesgo ¿de quien es el producto?, ¿del inversor o de todos?. Obviamente que es de aquel que lo produjo, es decir del inversor; con lo cual ya no es “nuestro”, es ajeno.-


También se afirma que “lo nuestro” son las cosechas y los dólares que los agricultores y los ganaderos cobran por vender las cosechas y la carne. En éste sentido es cómico oír a los burócratas decir “sembramos”, “producimos”, “vendemos”; o que “la Provincia” o “la Nación” produce. Lo cierto es que el único que produce es el esforzado individuo que en el campo corre los riesgos de la sequía, la inundación, la aftosa, los cuatreros, los piqueteros, los impuestos, y los desastrosos planes económicos de los mismos burócratas.-

Teniendo a todo esto como “lo nuestro” el nacionalismo económico se cree con el derecho de hacer experimentos sacándoles a algunos para dárselos a otros que ellos creen que se lo merecen.-

 
Así les sacan los dólares a los agricultores y se los da a los industriales para que importen insumos. A los trabajadores les sacan partes de su salario mediante devaluaciones para “incentivar” a la “producción nacional”. A los consumidores nos obligan a pagar precios muy superiores a los internacionales para “proteger a la industria nacional”. A los ahorristas les sacan sus depósitos para repartir créditos subsidiados entre empresas absolutamente ineficientes. Y a los contribuyentes los esquilman para hacer las más descabelladas “obras públicas” y mantener ejércitos de empleados públicos y provincias que son meras ficciones legales, pues el día que le saquen el respirador artificial del subsidio desaparecerán sin pena ni gloria.-
En rigor de verdad no hay nada en el sistema económico capitalista que sea “nuestro”, o es “mío” o “ajeno”; y es bueno recordar que el sistema económico de la Constitución Nacional no es el de los soviet rusos, ni el cubano, sino que es capitalista y de libre mercado. Con lo cual cuando algún iluminado afirma en la Argentina que quiere implementar un plan económico basado en “vivir con lo nuestro”, se debe entender que auspicia sacarle a los que trabajan y producen en forma eficiente para distribuirlo entre los ineficientes.-


El resultado de éste programa de robos masivos que pomposamente llaman “distribución de las riquezas”, es más que conocido. Los eficientes dejan de producir cansados de que los roben; y los ineficientes no se preocupan en mejorar a la espera del subsidio. En definitiva el balance es más miseria para todos.-
Nada hay más injusto en economía que la “distribución de la riqueza”. Sobre todo porque no hay nada que se pueda llamar “riqueza”.-


Cuando una persona decide poner una empresa toma una decisión  entre innumerables riesgos. Abre su salón, hace propaganda, elige sus ofertas, y luego lo único que le queda es esperar a que algún consumidor lo prefiera. Nadie sabe si va a ser preferido, ni cuánto podrá vender, ni a quien. Es un riesgo permanente. 
Y luego de todo ese esfuerzo y sinsabores quizás consiga por un tiempo progresar, hasta que aparezca alguien más eficiente, o el gusto del consumidor siempre caprichoso cambie.-


 Sin embargo los “distribucionistas” que hablan de “vivir con lo nuestro” creen que esas ganancias empresariales brotan de la nada en forma necesaria e ininterrumpida; y entonces pasan al final de cada mes para sacarle algo de lo que esforzadamente cada productor del país obtuvo, para repartirlo a gusto y paladar del burócrata.-



La justicia es darle a cada uno lo suyo, no repartir entre todos algo que es ajeno.-

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