martes, 26 de junio de 2012

LA CRISIS EN PARAGUAY


El 21 de junio pasado la Cámara de Diputados del Paraguay, con 80 miembros, aprobaron por 73 votos contra 1, el inicio del juicio político en contra del Presidente Lugo, como secuela de la matanza de 6 policías y 11 campesinos en un desalojo en Curuguaty.

Al día siguiente, el viernes 22 de junio el Senado recibe en audiencia pública a los defensores de Lugo (quien decidió no asistir al recinto) y a los fiscales de la acusación; y tras 7 horas de deliberación se vota la remoción del Presidente; siendo aprobada con el voto favorable de 39 senadores, 4 en contra y 4 ausentes.-

La Constitución de Paraguay tiene un sistema muy similar a la Argentina en la materia; ya que el voto de dos tercios de las cámaras es necesario para aprobar tanto el inicio del proceso, como la remoción del presidente. Pero en Paraguay, a diferencia de nuestro país, el procedimiento dentro de las Cámaras no esta regulado, por ese motivo los legisladores pueden organizar el proceso como estimen mas adecuado en cada caso.-

En el caso de Paraguay al aprobarse el inicio del juicio político en contra de Lugo, el Senado reglamentó el procedimiento, estableciendo los plazos en los que se debería tramitar, siendo aprobado por la mayoría de la Cámara; y ratificada luego la validez de dicho procedimiento por la Corte Suprema de Justicia de Paraguay, al serle rechazado el recurso que interpusiera Lugo el lunes 25 de junio.-

Con lo cual el proceso de juicio político y remoción del ex-presidente fue absolutamente legal, ya que se respetó de modo literal las cláusulas de la constitución.-

Dos criticas se han hecho a este proceso: una aduciendo que no se le permitió a Lugo una adecuada defensa; y la otra, de que se habría violentado la voluntad de la ciudadanía expresada en la elección de Lugo como presidente.-

 En los juicio políticos, las reglas de los procesos judiciales se aplican de modo analógico, pero preservando otros objetivos. En un juicio penal lo importante es que un inocente no sea condenado injustamente; pero en un juicio político se trata de asegurar la estabilidad de las instituciones. Por ese motivo existe la causal amplia para remover un presidente que se denomina “mal desempeño en su cargo”. ¿Qué es “mal desempeño del cargo”?. Esa definición solo le corresponde hacerla al Senado, siempre que lo haga con el voto favorable de dos tercios de sus miembros, y ninguna autoridad sobre la tierra puede reconsiderarla. Por eso el Senado es soberano en esa cuestión.

En el caso de Lugo, el 95% de los legisladores estimaron que el desempeño de Lugo era malo; habiendo sido el detonante de la situación, la muerte de 18 personas en una usurpación, luego de varios años de que Lugo omitió adoptar medida alguna en contra de los usurpadores en varios campos del país. Con lo cual, los congresistas estimaron que no había mucho mas que debatir, y aprobaron la remoción. Puede no compartirse la decisión, pero es licita, y la adoptaron las autoridades legitimas del Paraguay.

Se dice también que este es un golpe a la democracia, dando a entender que la única autoridad democrática del Paraguay era Lugo. Lo cierto es que todos los legisladores que intervinieron en el proceso, también fueron electos como Lugo, y algunos como parte de la misma alianza del ex-presidente, por lo que su legitimidad democrática es indudable; a ello se le agrega que si se suman las mayorías alcanzadas en el Congreso, el 95% de los congresistas representan una legitimidad democrática mucho mayor a la de Lugo que solo obtuvo poco mas del 40% de los votos.-

Por todo ello, lo primero que hay que destacar es que en Paraguay no hubo un golpe de estado, que supone un quebrantamiento de las instituciones.-

Lo segundo a tener en cuenta, es que constituye una escandalosa afrenta a la soberanía del Paraguay, y una oprobiosa falta de respeto a los ciudadanos de ese país; que desde gobiernos y países extranjeros se les pretenda imponer a una persona en el gobierno, avasallando las decisiones de sus legítimas autoridades.-

Tengo un especial afecto por Paraguay y su gente; respeto profundamente sus tradiciones y sus costumbres, así como admiro su original sistema institucional; por todo lo cual me indigna la soberbia pretensión de Kirchner y la mayoría de los políticos argentinos, que nos han llevado a la ruina en estos años, pretender decirles a los paraguayos quien los debe gobernar. Paraguay no es una provincia argentina, recuérdenlo.-