Después de más de dos años de la rebelión fiscal de junio del 2008, cuando los productores del país se manifestaron en contra de la voracidad tributaria de los Kirchner, nada ha pasado.-
Los líderes de la oposición y del oficialismo, todos comparten la idea de mantener las retenciones. Sólo se diferencian en el monto, la forma y quien las debe fijar.
Cada uno expresa argumentos distintos, pero todos encubren la misma idea básica, que es que “cuanto más recursos tenga el Estado mejor”. Lo cual tiene como contracara la idea de que “el sector privado sólo debe ser una fuente adecuada de ingresos para el fisco”.-
Esta es una vieja idea que se remonta a la época de la Colonia, y que la Argentina la conserva intacta, al igual que toda Hispanoamérica.-
El núcleo del sistema económico para esta gente no son las personas trabajando, invirtiendo y arriesgándose tratando de satisfacer a sus clientes.
Para la dirigencia política argentina, el sector privado sólo debe hacer lo que el Estado no puede o no quiere hacer; y si algo hacen los empresarios, lo será para poder pagar una buena cantidad de impuestos para mantener al Estado.-
Los impuestos a su vez deben ser cada vez más altos, según sea más exitoso el empresario, por eso dicen que “cuanto más gana, más impuesto debe pagar”. Por este motivo es que en Argentina no conviene ganar mucho dinero, y si alguien gana debe tener la precaución de sacar sus ahorros al exterior, para ponerlos a salvo de la avidez fiscal del Estado argentino.
Esta es la causa por la cual la pobreza y la indigencia no ha dejado de crecer en el país desde mediados del siglo XX; así como explica porqué Argentina es uno de los países con más fuga de capitales de la historia moderna; hoy se estima que los argentinos tienen depositados en el exterior más de 180.000 millones de dólares.-
La gente de campo también aprendió con amargura esta lección, por ese motivo desde la llegada de los Kirchner al poder, se han ido del país muchísimos productores a trabajar a Uruguay, Paraguay y Brasil. Llevando sus capitales y sus conocimientos.-
En Argentina los únicos que pueden hacerse ricos, y nadie le pregunta nada, son los políticos.
Cuanto más pobre es una provincia, más ricos son los políticos y mas menesterosos los empresarios. Ni la AFIP ni las Direcciones de Rentas averiguan cómo ignotos personajes que nunca hicieron otra cosa mas que campañas políticas, pudieron llegar a ser multimillonarios, con campos, aviones, flotas de automóviles y decenas de empleados.
Ahora si algún empresario privado gasta un verano más de $3.000 en su tarjeta de crédito, lo auditan como si fuera un narcotraficante.-
En el año 2009 el Estado argentino recaudó 500.000 millones de pesos, y la presión tributaria sobre los contribuyentes registrados supera el 65% de sus ingresos. Nunca antes se llegó a estos niveles. Sin embargo los servicios públicos de educación, salud, seguridad, justicia y defensa nacional, están arruinados.-
Al mismo tiempo que el Estado argentino recauda esta monumental cantidad de dinero, la pobreza y la indigencia en Argentina sube sin parar. Sin las mentiras del “INDEK”, la línea de pobreza hoy esta en $2.500 y la línea de indigencia en $1.500. Lo cual hace que más del 60% de la población esta en la pobreza, y más del 30% no puede pagar las calorías mínimas para no ser desnutridos.-
Es decir, este sistema de exprimir al sector privado para que los políticos desde el Estado planifiquen el país, sólo sirve para generar miseria, y castigar a las personas que trabajan.
Los argentinos vivimos en un mundo en el que podemos progresar. Pero eso los políticos lo entienden como una oportunidad para dejar crecer al sector privado para después ordeñarlo, y así mantener un ejército de subordinados políticos, empresarios parásitos, vagos fracasados, y enriquecimientos ilícitos por doquier.-
La Argentina necesita una profunda renovación de sus ideas políticas, premiando a quienes se hacen ricos trabajando, y repudiando a los pícaros que desean vivir de subsidios estatales; caso contrario sólo seguiremos en nuestra larga decadencia, rodeados de miseria, y gobernados por políticos oportunistas e inescrupulosos.-
Coincidencia total con lo expresado. Lo ilegal se ha hecho un culto en la Argentina a punto tal, que una afamadísima conductora televisiva de almuerzos consideró alegremente como un fenómeno social a la delincuencia de "La Salada" y demostró simpatía permanentemente por sus representantes. Es cierto, a cualquier quisquero que gaste más de tres mil pesos, la AFIP le pone la lupa, pero las fastuosas mansiones y lujosos vehículo que ostentan quienes no tienen una actividad conocida, no despiertan la más mínima sospecha. Coincidimos Dr. Kulman.
ResponderEliminar