domingo, 22 de agosto de 2010

EL CASO FIBERTEL

 El matrimonio reinante en nuestro decadente país, ha decidido “cancelar la autorización para funcionar” que tiene la empresa proveedora de conexión a Internet, Fibertel.-

Los motivos declarados. Una supuesta irregularidad en la titularidad de la empresa que se remonta al año 2003 cuando Cablevisión creó Fibertel.-

¿Los motivos reales? Nadie los sabe. Pero los efectos sobre la libertad de expresión, la libertad de crear emprendimientos y del sistema republicano, son descomunales.-


 El presidente no es el país, no es el Estado, y ni siquiera es el gobierno. Es sólo uno más de los tres órganos que componen las autoridades nacionales, creadas por la ley, y sometidos a la ley.-
Si el Presidente hace lo que le viene en gana, ejerciendo violencia, infringiendo la ley, debe ser removido por juicio político, y los Kirchner han cometido suficientes desastres como para ser removidos numerosas veces.-

La cancelación arbitraria de una licencia pública, evidencia que los déspotas que nos gobiernan suponen que ellos son los que dan el permiso para que alguien pueda poner una empresa o no. Y eso no es así. Ellos, mal que les pese, no son los dueños de la Argentina. Lo somos los ciudadanos, y si alguien desea poner una empresa de comunicaciones la licencia que se le confiere es sólo para organizar su establecimiento y evitar superposiciones de frecuencias; pero nunca una gracia del rey a un súbito autorizándolo a hacer algo en su reino. Eso fue borrado de nuestra historia en 1853 al desterrar la tiranía de Rosas.-

 El mensaje que dieron los Kirchner, igual que Moreno con su prepotencia en Papel Prensa esta semana, es que “acá se va a hacer lo que ellos quieran, por las buenas o por las malas”. Esto es la ley de la selva. -

De esta crisis sólo se puede salir de dos maneras. 

Institucionalmente, mediante resoluciones judiciales que frenen estas arbitrariedades, y mediante un juicio político que expulse a estos facinerosos.-

Pero también se puede salir por la violencia. Muchos déspotas se olvidan que las leyes fueron creadas para que la gente pueda resolver sus diferencias de modo pacífico, pero si alguien continuamente viola la ley y abusa del poder; el resto de la población está en su legítimo derecho de revelarse y así la violencia se desparrama.-

Fibertel es una de las tantas empresas que los Kirchner han hostigado y agredido impunemente durante estos años. Antes fue Shell, Sancor, La Serenísima, Repsol-YPF, Telecom, Papel Prensa, y tantas otras. 

El resultado de semejante violencia institucional, es que nadie invierte en el país, y hoy Perú, Uruguay y Chile reciben más inversión directa extranjera que Argentina; lo que les permite a esos países crecer y crear mas fuentes de trabajo productivas.-


Pero eso no les preocupa a los Kichner. Más aún, es lo que buscan. Pues cuanto más miseria hay, ellos pueden comprar mejor los votos de los menesterosos repartiendo plata y mercadería.-

Pero eso no debe saberse, la gente no debe decirlo. Hay que callar las críticas. La población no debe saber que millones de ciudadanos comparten la idea de que estos son los peores gobernantes que hemos tenido en nuestra patética historia contemporánea. 


 Sólo se debe oír la monocorde propaganda oficial que desde los canales del Estado nos dicen lo maravilloso que son nuestros gobernantes, velando por el futuro y bienestar de todos, mientras que la oposición son unos sectarios, traidores, que sólo se mueven por mezquinos intereses políticos.-

Por eso se debe controlar a la prensa audiovisual con la despótica ley de medios; y a los diarios con la confiscación del principal fabricante de papel de diario, Papel Prensa. 

Y ahora los Kirchner se han propuesto eliminar a la empresa que más ha dinamizado la conexión por Internet, reduciendo costos, mejorando el servicio, para que cada vez más personas se puedan comunicar mejor y mas barato. 

Lo cual para estos maleantes en el gobierno es un pecado, pues si la gente se comunica puede llegar a pensar, a intercambiar ideas, a mostrar lo que esta pasando en la Argentina. Y eso no lo pueden tolerar.-

Por ese motivo, aspiro a que si quedan jueces dignos y valientes en la Argentina, alguno frene esta tropelía, y nos permita a todos, seguir gozando de esa rendija de libertad que es la conexión por la Web.-


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