Los populistas repiten que la crisis del 2001-2002 fue producto de las reformas neoliberales de los ’90. Si esto fuera cierto, todos los países que desregularon sus economías deberían haber terminado igual; y por el contrario, todos los que no lo hicieron deberían haber evitado una crisis como la nuestra.-
El ejemplo de Nueva Zelanda desmiente ese mito. Nueva Zelanda en 1984, como nosotros en 1990, desreguló el comercio exterior y simplificó sus sistema tributario. Y en 1988 , liderados por Ruth Richardson, realizó su propia reforma del Estado reordenando la administración y los servicios públicos alentando la profesionalidad y eficiencia, desmontando el enorme “Estado de bienestar” que había crecido durante años, y que había entrado en crisis a principios de los ’80. El resultado es que en la actualidad Nueva Zelanda es una de las economías más pujantes, estables y competitivas de Oceanía, teniendo un importante comercio con Australia, EE UU, China y Japón.-
España, en cambio, desde el triunfo de Zapatero en 2004, igual que Ménem en los ’90, incrementó constantemente el gasto público; y aprovechando las bajísimas tasas de interés, igual que nosotros en los ’90, se endeudó a niveles asombrosos, al punto tal que, como nosotros a fines de lo ’90, están corriendo el riesgo de no poder pagar lo mucho que deben. Pero el gobierno de Zapatero, a diferencia de lo que hizo Nueva Zelanda, incrementó todo tipo de restricciones y regulaciones en casi todas las actividades.-
Si se comparan los tres caso, se puede ver con claridad, que el problema no esta en las desregulaciones, que a Nueva Zelanda le permitió superar las crisis de los ’80; sino que la crisis Argentina del 2001-2002 y la actual crisis española son consecuencia de un irresponsable crecimiento del gasto público y del endeudamiento estatal.-
Zapatero no es mejor que Duhalde o los Kirchner. En realidad es tan demagogo e incompetente como nuestros ilustres gobernantes. Pero a diferencia de Argentina, ellos no pueden hacer el mamarracho del 2002. España hoy debe a Bancos alemanes y franceses 450.000 millones de dólares, y tiene un riesgo país creciente, por lo que cada vez le es más difícil renegociar sus vencimientos (igual que nosotros a fines de los ’90).
Por ese motivo, pese a que Zapatero prefiere no hacer nada (igual que los Kirchner), las autoridades de la Comunidad Europea lo están forzando a tomar medidas que reduzcan el gasto público, ya que un default de la deuda española sería gravísimo para Alemania y Francia; además de que España debería ser excluida de la zona euro, lo que dejaría a todos los españoles endeudados en una moneda dura, mientras cobrarían en una moneda devaluada; igual que en Argentina en 2002 que buena parte de la población quedó endeudada en dólares luego de la salida de la convertibilidad.-
De esta experiencia se puede aprender que cuando un político prefiere incrementar el gasto público y restringir la actividad privada, la crisis deviene en forma inexorable.-
En España el desastroso gobierno socialista ha hecho crecer a la oposición que auspicia reformas similares a las que defendía López Murphy en Argentina; por lo que es posible que ellos finalmente puedan salir del atolladero.-
Nosotros en cambio, luego de la escandalosa bancarrota del Estado argentino del 2002, en lugar de aprender, volvimos a apoyar a un grupo de demagogos incompetentes que liderados primero por Duhalde y luego por los Kirchner reiniciaron el camino al desastre.-
La Argentina entre el 2002 al 2010 pasó de un gasto público de 50.000 millones a uno de 300.000; la deuda pública pasó de 110.000 millones a 170.000 (hoy debemos más que en el 2001); y de la mano de los Kirchner se reguló y controló casi toda la actividad privada, lo que desalentó la inversión, y el crecimiento.-
Como se puede ver, el mito es falso. El problema no es la desregulación y modernización de una economía; la causa de las crisis es la irresponsabilidad de algunos políticos que para financiar su demagogia hacen crecer el gasto y la deuda pública a niveles que son insoportables para un país.-
Es bueno recordar que en los ’90, como en la actualidad, la Presidencia, el Congreso y la mayoría de las Provincias eran controlados por el peronismo. Por lo que ellos, y sólo ellos son los grandes responsables de nuestra miseria.-
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