jueves, 3 de marzo de 2011

LA VULGARIDAD FUNDAMENTALISTA


Kirchner abrió las sesiones ordinarias del Congreso, con un discurso ordinario. Plagado de jactancias y mentiras, que si la oposición hubiera tenido un poco de dignidad se debería haber levantado e ido.-

La Argentina, pese a tener las condiciones internacionales mas favorables desde 1870, posee inflación, la pobreza y la indigencia van en ascenso, la inversión productiva es prácticamente nula, las empresas extranjeras huyen, la energía esta agotándose, la agro-industria esta acosada por regulaciones y arbitrariedades, y el endeudamiento del Estado es superior a 2001.-
 
Paralelamente hemos sido colonizados por una verdadera banda de ladrones y corruptos; con sobornos en obra pública, fondos multimillonarios de Santa Cruz que desaparecen sin dejar rastros, crecimientos exponenciales de fortunas de funcionarios claves en las principales reparticiones públicas, valijas llenas de dinero de gobiernos extranjeros para financiar campañas presidenciales, mail y grabaciones donde constan detalladamente los pedidos de soborno a empresas de todo el mundo por secretarios de primer nivel del gobierno, corrupción y sobornos en medicamentos de parte de obras sociales y empresas farmacéuticas que contribuyen a la campaña presidencial, crecimiento exponencial de narcotráfico con gravísimas inacciones del gobierno que  lo permiten.-


La Argentina gracias al peronismo en el gobierno se ha convertido en un país de delincuentes y mendigos. Los funcionarios aparecen con casas, campos, autos, aviones y hasta yates de millones de dólares; y paralelamente las colas para cobrar subsidios se prolonga por varias cuadras, donde la gente joven se apila para recibir unos pocos pesos que la inflación devora al poco tiempo.-
 
Todo el oficialismo supura corrupción, mendacidad e hipocresía. Dicen amparar a los pobres y repudiar a los ricos, y todos tratan de vivir con los mayores lujos posibles. Dicen repudiar el mundo desarrollado y adherir a Cuba y Venezuela, pero todos van de vacaciones a Europa o mandan a sus hijos a estudiar a EE UU. 
Dicen apoyar la educación y la salud estatal, pero sus hijos van a escuelas privadas y ellos y su familia se atienden en sanatorios privados. Dicen promover la industria nacional, y todos poseen autos extranjeros de lujo. Dicen defender la moneda argentina y ahorran en dólares y en cuentas en el exterior. 

Uno entra en cualquier ciudad argentina y es fácil saber donde viven los funcionarios y los políticos; son las mejores mansiones; con todos los lujos, rodeados de casas modestas y villas miserias.-

A eso ha sido reducida la Argentina  tras décadas de gobierno populista, gran parte liderado por el peronismo, aunque también los militares y los radicales han hecho su aporte.-
A esa vulgaridad, corrupción, clandestinidad e hipocresía desvergonzada; en los tiempos recientes se le ha sumado un mesianismo fanático, que alienta la creencia de que sólo Kirchner y sus adherentes tienen la razón, y todos los demás no somos mas que defensores de intereses minoritarios y antipatrióticos. 

Un exponente de este mesianismo fanático son los programas políticos en los medios estatales (nacionales y provinciales), en donde adulan obscenamente al oficialismo, y agraden cobardemente a la oposición. 


 A la banda de pseudo-periodistas obsecuentes, se le suma una caterva de pretendidos intelectuales y artistas en decadencia, que pretenden ser una especie de “vanguardia” cultural, plagada de ideas vetustas, pero que les sirve como excusa para agredir a todos aquellos que critiquen al gobierno liderado por “la reina de la milanesa”. 


Uno de los recientes paroxismos de esta vulgaridad fundamentalista fue la pretensión de censurar a Mario Vargas Llosa, nada menos que el último premio Nobel de literatura, por haber criticado en su momento al matrimonio reinante en nuestro decadente país.-

 La Argentina  hace 100 años era uno de los países más prósperos, cultos y progresistas del planeta. Millones de inmigrantes, pensadores, escritores, editores y artistas, lo reconocían y se maravillaban antes ese logro de la libertad. 

Hoy somos sinónimo de marginalidad, atraso, vulgaridad, soberbia, ignorancia y  corrupción. 

Sólo espero que en las próximas elecciones la ciudadanía advierta que nos merecemos un futuro mejor, y relegue al peronismo al patético rincón de la historia del cual nunca debió haber salido.-




1 comentario:

  1. Jajajaja! No dejaste nada en el tintero, eh? Qué listado de catástrofes! Pero es así como lo describís: la desgracia del peronismo y sus consecuencias.
    Muy buen aporte para refrescar memorias débiles!
    MZ
    www.mariazaldivar.net

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