lunes, 21 de febrero de 2011

HIPOCRESÍA Y FRIVOLIDAD

 Hace un tiempo la Presidente Kirchner renombró al Grupo de Artillería Blindado 2 sito en la localidad de Rosario del Tala, Provincia de Entre Ríos, con el nombre de Mariscal Francisco Solano López”. Para justificar tan extraña decisión Kirchner sostuvo que era un reconocimiento a una especie de líder contra el imperialismo en la región.- 

 La decisión muestra una grave frivolidad de Kirchner ante el drama que fue la Guerra del Paraguay (1864 y 1869); y una descarada hipocresía frente a las actuales relaciones con Paraguay.-

Kirchner no se caracteriza por conocer en profundidad de lo que habla; en general se limita dar extensos y vacíos discursos, sin sentido ni contenido; son exabruptos de vanidad, sin otra intención que lucir una locuacidad carente de sustancia.-

Si Kirchner se hubiera tomado la molestia de leer las modernas investigaciones históricas hechas en Paraguay, Brasil, EE UU y Argentina; podría haber superado su ignorancia, advirtiendo que la hipótesis de una intervención inglesa en la guerra (imaginada por León Pomer en 1968) fue totalmente descartada.-



Libros como “La guerra del Paraguay” (2007) de Miguel Angel de Marco (Argentina); o “Maldita Guerra - nueva historia de la guerra del Paraguay” (2004) de Francisco Doratioto (Brasil), y el último y más revelador “Paraguay y la Triple Alianza” (EEUU y Paraguay) de Harris Gaylord Warren (2009).-
 

Todas estas obras, y muchas más, señalan que en el drama de esa terrible guerra, se mezclaron como un torbellino maldito, la inveterada tensión entre Argentina y Brasil, la ambición egocéntrica de Solano López, las tensiones geopolíticas sobre la desembocadura del Rió de la Plata, la ingenuidad estratégica de Mitre, las internas fraticidas en Uruguay, la crueldad y desprecio de Brasil por los hispanoamericanos, el idealismo belicista de la juventud porteña, el desconcierto de los caudillos del interior del país, el patriotismo del pueblo paraguayo y las mayores miserias humanas que se desataron tras el final de la guerra.-

 La realidad era enormemente compleja y polifacética, como para reducirla a la cómoda hipótesis de una guerra instigada por “el imperialismos ingles” en contra de una “potencia mediterránea”. Pero como en todos los casos, las teorías conspirativas son el recurso de los perezosos mentales, y los Kirchner son famosos por su desprecio a las lecturas profundas, no es de extrañar que la Presidente haya repetido esa idea ya caduca.-

Lo grave es que con esa frívola decisión insultó a todos aquellos que murieron en defensa de la Argentina, al margen de lo que se piense de Solano López. Sería como que en Paraguay le pongan Mitre a un regimiento; ese honor sólo les cabe a los que defendieron la Nación, no a los que mataron compatriotas.-  

Pero a esa enorme frivolidad, Kirchner le suma una descomunal hipocresía.-


Pese a toda la predica de hermandad latinoamericana; lo cierto es que por acción o inacción de Cristina Kirchner, desde noviembre del 2010 a la fecha, permanecen cerrados todos los puertos sobre los ríos Paraguay y Paraná para todos los barcos con bandera paraguaya.-

Es decir, Kirchner, reivindica a Solano López, que bregaba por la libre navegación de los ríos interiores, y al mismo tiempo no deja que ningún barco de Paraguay amarre en puertos argentinos. Con lo cual obliga a ese país a derivar todo su tráfico hacia Uruguay, donde no poseen infraestructuras adecuadas, aumentándole los costos de flete. En este sentido cabe recordar que toda la cosecha de la primavera 2010, y la que se esta haciendo ahora en Paraguay, va a salir por puertos uruguayos.-

Solano López, el nuevo héroe kirchnerista, también reclamaba como propias la isla de Apipé en la zona de Yaciretá. Kirchner para que Yacireta pueda generar mas electricidad que mitigue la crisis energética interna, obliga a subir el nivel de agua en la represa; lo que provoca continuas inundaciones en toda la región, siendo la mas afectada la ciudad paraguaya de Encarnación.-

En síntesis. Kirchner se llena la boca reivindicando a Solano López, deshonrando a los argentinos que murieron en aquella guerra del pasado; pero al mismo tiempo no deja de ofender, sojuzgar, despreciar y subestimar al Paraguay en el presente.-

Toda una muestra de torpeza, frivolidad, ignorancia y denigrante hipocresía.-


lunes, 7 de febrero de 2011

LOS IMPUESTOS Y LA DISTRIBUCIÓN DE "RIQUEZAS"


Existe de parte de muchos políticos la seductora ocurrencia de "redistribuir la riqueza", y postulan como instrumento para ello a los impuestos, sobre el  criterio de que "quien más tenga más tributos pague para asistir a los que menos tienen".-


Para analizar la aparente justicia de éstas ideas, me valdré de un ejemplo conocido, recordemos la parábola evangélica de los talentos; en el cual uno de los sujetos, a quien llamaremos Juan, se limitó a guardar lo dado, y el otro, a quien llamaremos Pedro, los hizo producir duplicando la cantidad. De seguirse el criterio de éstos políticos, Pedro, que corrió el riesgo, se esforzó e hizo producir debería pagar más impuestos que Juan, el que en forma perezosa vivió de lo que se le dio sin invertirlo nunca. ¿a quién se le ocurriría que eso es justicia?.-


Añadamos al ejemplo otro elemento, supongamos que Juan, como el hijo pródigo, no sólo no hizo nada, sino que además despilfarró sus talentos, nunca estudió, ni ahorró, y tras una vida de juerga, es anciano y enfermo; los "distribucionistas" estimarían "justo" que para mantener a Juan se le cobre más impuestos a Pedro, quien, a diferencia de Juan, se esforzó, ahorro, se privó de horas de jarana para dedicarse al esfuerzo y al estudio, logrando tras una vida de sacrificios heredarle a sus hijos una poderosa empresa con fuertes inversiones y cuantiosas reservas. ¿a quién se le podría ocurrir que esto es justo?.-


Pensemos en otro escenario. Pedro hace inversiones, se esfuerza y trabaja; pero lo hace protegido por el Estado, que le asegura que todo lo que produce lo venderá y a un precio preestablecido; ello a condición que le dé empleo a Juan; y eso sin importar si Juan es buen trabajador o no. En ese caso Pedro para pagarle un salario a Juan, que sigue siendo un perezoso, deberá conseguir otro trabajador, a quien llamaremos Carlos, para que haga además de su trabajo, también el de Juan; y que el precio de lo producido valga el doble de su valor real para poder pagar los dos salarios. Entonces, para mantener a Juan en su eterna mediocridad y pereza, Carlos debe trabajar el doble, cobrando la mitad; y los clientes deben pagar el doble del precio del producto, disminuyendo proporcionalmente su capacidad adquisitiva. ¿A quién le parece esto justo?.-



Agreguemos a ésta segunda situación un político y un sindicalista. El político para darle la protección a la empresa de Pedro, le exige una "aporte al partido", y lo obliga a que no le dé empleo a Juan ni a Carlos si no son afiliado del sindicalista; el sindicalista cobra la cuota sindical que le asegura el político, y a cambio debe garantizar que Juan y Carlos sólo votarán a ese político. Con lo cual Carlos, que es le único que trabaja realmente, deberá trabajar para pagar dos salarios, una coima y dos aportes sindicales; que como cada vez es más difícil, en definitiva, los productos cada vez son de peor calidad, pero a un precio cada vez mayor, que lo pagan los consumidores con la proporcional pérdida de poder adquisitivo. 

¿Es imaginable mayor infierno institucionalizado?, Infierno que es más injusto si es Carlos a su vez el consumidor, que además de trabajar el triple, cobra un tercio, y cada vez pierde más poder adquisitivo.-


La moraleja de éste segundo ejemplo: no trabajes, dejá que te mantengan, o mejor si sos además de inútil, un inmoral, hacete político o sindicalista oficialista.-


Si los tributos no son para redistribuir riquezas como imaginan estos políticos, ¿para qué pagar impuestos?. La única causa legítima es para mantener al Estado en tanto se dedique a preservar los derechos de los ciudadanos, protegiendo la libertad de ellos en contra de la agresión de otros; y brindando los servicios que los particulares le confían por no poder ellos realizarlos en forma plena (defensa, salud, educación y justicia); todo otro cometido estatal implica arrebatarle ingresos a gente como Pedro para mantener a sujetos como Juan, lo que es una clara injusticia, y causa legítima de no pagar tributo alguno.-


Nuestra amada República está sumida en la miseria porque se protege y auspicia a gente como el Juan, el político, el sindicalista y el empresario protegido, descriptos en los ejemplos.-


La única alternativa justa es que se premie a los trabajadores como Carlos; y se deje producir en los riesgos del mercado a empresarios como Pedro, sin imponerle otro recaudo que respetar los derechos ajenos y la libre competencia. Limitándose el Estado nada más y nada menos que a cumplir en forma óptima con las funciones específicas que le son propias, con el número de funcionarios suficientes, muy capacitados y muy controlados; y un grupo de Jueces impolutos y muy calificados que protejan los derechos de los ciudadanos frente al Estado y castiguen a todos aquellos que violan la ley, incluidos los funcionarios.-

En tal contexto, y sólo en ese contexto, podremos emerger del abismo en que décadas de distribución, corrupción y mediocridad gubernamental y ciudadana nos han sumido.-