Este es el título de un muy interesante libro de Thomas Friedman en el cual el autor hace una descripción del proceso de globalización.
Recomiendo especialmente su lectura para aquellos padres que deseen saber los desafíos a los que se enfrentarán sus hijos en el futuro; a los políticos para que puedan elevar sus miradas más allá de la interna partidaria; y sobre todo a los ciudadanos en general, para que puedan ver la distancia astronómica que existe entre los desafíos reales de la Argentina y los debates políticos actuales.-
El libro posee muchísimas facetas, sin embargo, deseo destacar sólo algunas de ellas.
El primero es que hace ver que el proceso de globalización es más beneficioso para los países pobres en desarrollo, que para los países centrales, como EE UU, Europa y Japón. Ya que estos, al tener bajos costos salariales, son atractivos para las inversiones extranjeras, que en general implica que se trasladan de los países centrales. Es el caso de India, China, Centro América, y Europa Oriental.-
Esas empresas asentadas en países subdesarrollados, pagan menos salarios que en EE UU o Europa por la misma función; pero a los trabajadores que contratan en los países subdesarrollados les pagan ingresos muy superiores al promedio nacional, con lo cual esos empleados mejoran inmediatamente su vida.-
Lo segundo, es que no basta que haya costos salariales bajos, es preciso que además haya personas con alta calificación técnica y profesional. Por esa razón los países con mayores ventajas en la globalización serán aquellos que orienten la educación hacia aptitudes y conocimientos de proyección global, como ser matemática, tecnología, inglés, desarrollo de software, funcionamiento de mercados, capacidad crítica en el manejo de información, creatividad, etc.
Es el caso, por ejemplo, de la India, que siendo hasta fines del siglo XX unos de los países más miserables del planeta; desde 1950 el Estado mantuvo e impulsó una de las universidades tecnológicas mas calificadas del mundo; el resultado, es que hoy en la India están algunos de los mejores desarrollos de software del planeta.-
Esta situación es, curiosamente, de una gran preocupación en EE UU. Pues en las principales universidades de ese país, cada vez los que más se destacan son alumnos chinos o del sueste asiático, y hasta indios. Con lo cual se están planteando seriamente el contenido de los programas educativos para evitar la pérdida de calificación profesional de los norteamericanos.-
Lo tercero a destacar del libro, es la evidencia de que ninguna empresa del mundo puede hoy sóla hacer todo. Por esa razón, se conforman las llamadas “cadenas de suministro“, que implican alianzas entre varias empresas alrededor del mundo para desarrollar tecnologías y fabricar productos.
La India es uno de los países que más se ha favorecido con la incorporación de empresas radicadas en ese país, a cadenas de suministros globales; lo cual ha provocado dos cosas simultáneas: 1º) un ingreso fenomenal del nivel salarial de los empleados de esas empresas; y 2º) el esmero de cada vez más personas para estudiar y prepararse a fin de que poder ingresar a nuevas empresas que se incorporen a nuevas cadenas de suministros.-
Esto me lleva al quinto aspecto que deseo destacar; y es que podría ser un objetivo nacional concreto para la Argentina, hacer a las empresas radicadas en el país, confiables para que puedan integrar estas cadenas de suministros.-
Esta viabilidad global de las empresas argentinas, haría que los ingresos de los empresarios y de los trabajadores se multipliquen en forma ilimitada, ya que su mercado no sería el reducidísimo espacio interno nacional, sino que sería el planeta.-
Pero lograr esta confiabilidad no puede ser producto de un decreto de necesidad y urgencia, como acostumbran nuestros caudillejos nacionales y provinciales. Sino que es el resultado probable de un serio, elaborado y sustentable programa, acordado y aceptado por la ciudadanía, y que a su vez se mantenga por un largo tiempo.-
Por último, otro aspecto que destaca Friedman en su libro es que, aún haciendo todas las cosas bien, sólo pueden ingresar al proceso global, las personas que posean una calificación técnica y profesional adecuada.
Por esa razón es tan prioritario que en Argentina se encare seriamente los objetivos de la educación para que niños y adultos puedan adquirir capacidades y formación que les permita competir con un chino, con un europeo o con un norteamericano.-
Se puede permanecer al margen del proceso de globalización, no es obligatorio que nos incorporemos, pero el costo de no hacerlo es que la Argentina pasará a ser un país cada vez más marginal, más miserable, y más atrasado. Hoy ya se puede ver los efectos del asilamiento mental de la “era Kirchner”. Ya tenemos el nivel salarial, la pobreza y la calificación educativa que hay en África.
Esto, por supuesto, no perjudica a todos por igual, ya que como todos saben hay gente rica en la Argentina (casi todos políticos o amigos de los políticos). Sino que perjudica especialmente a los más pobres. Si en realidad queremos acabar con la pobreza la solución es incorporaros de lleno al proceso de globalización y hacer todas las cosas que Friedman refiere que hicieron otros países.-
No espero nada de la ignorante clase política que hoy gobierna la Nación y la mayoría de las Provincias, sólo espero que los ciudadanos vayamos dándonos cuenta del atraso en el que estos dirigentes nos están sumiendo por no hacer las cosas que en todo el mundo hacen otros países para progresar.-